MOVIMIENTO COOPERATIVO DE ESCUELA POPULAR

M.C.E.P-CLM
(MOVIMIENTO COOPERATIVO DE ESCUELA POPULAR
DE CASTILLA-LA MANCHA)

"Si se hacen cosas reales, también son reales sus consecuencias"

Loris Malaguzzi



martes, 8 de enero de 2013

UN CUENTO PARA EL FIN DE SEMANA

Relato basado en el cuento del escritor Americano, Lief Fearn, y recogido en el Educatio Projet de la Sección Británica de A.I. Publicado en el Bolet¡n Informativo: "Educación en Derechos Humanos" nº 8, Septiembre 88.

EL LOBO CALUMNIADO


El bosque era mi hogar. Vivía allí y lo cuidaba. Intentaba mantenerlo limpio y cuidado.
Un caluroso día, mientras estaba recogiendo basura, desperdicios, llegó un campista por detrás, escuché sus pasos. Me escondí detrás de un árbol y vi a una niña que venía por el sendero, llevando una cesta. Sospeché de esta pequeña chica, porque iba vestida de forma extravagante. Toda de rojo, y su cabeza cubierta como si no quisiera ser reconocida. Naturalmente, le paré para comprobar. Le pregunté quién era, de dónde venía, a dónde iba y todo eso. Me cantó y bailó una canción acerca de que iba a casa de su abuela, con una cesta con comida. Parecía honesta pero estaba en mi bosque y parecía sospechosa con aquella extraña caperuza. Así que decidí enseñarle lo serio que era andar haciendo cabriolas por el bosque sin anunciarse y disfrazada de ese modo.
La dejé seguir su camino pero me adelanté a casa de su abuela. Cuando vi a aquella agradable viejecita le expliqué mi problema y estuvo de acuerdo en que su nieta necesitaba aprender una lección. Accedió a permanecer fuera de la vista, hasta que yo la llamara. De hecho se escondió debajo de la cama. Cuando la niña llegó, le invité a entrar en la habitación, en la que yo estaba en la cama, vestido como su abuela. La niña se acercó y dijo algo desagradable sobre mis grandes orejas. Me habían insultado antes, así que le dije que mis grandes orejas me ayudaban a oír mejor. En realidad a mí me gustaba la niña y quería que prestase más atención. Pero hizo otro comentario insultante acerca de mis ojos saltones. Te puedes imagianr lo que empecé a pensar acerca de esta niña, que parecía muy agradable por fuera, pero en verdad era muy desagradable. A pesar de todo, tengo la costumbre de poner la otra mejilla, y le dije que mis ojos me ayudaban a ver mejor. Su siguiente insulto me llegó al alma. Tengo el problema de tener los dientes grandes, y la pequeña niña, hizo un mal comentario sobre ellos. Sé que debería haberme controlado, pero me levanté, salté de la cama y le grité que eran para comerla mejor. Seamos serios, ningún lobo se comería nunca a una niña, todo el mundo sabe eso, pero aquella niña loca, empezó a correr por la casa, gritando, mientras yo la perseguía para calmarla. Me quité las ropas de la abuela, pero sólo conseguí empeorar la situación. De repente se abrió la puerta, y apareció un gran leñador con un hacha enorme. La miré y me di cuenta de que estaba en un lío. Había una ventana abierta detrás mía y me fui.

Me gustaría decir que todo terminó ahí. Pero el personaje de la abuela nunca contó mi versión de la historia. Antes de mucho se corrió la voz de que yo era un tipo desagradable. Todo el mundo empezó a evitarme. No sé nada más de aquella niña con la caperuza roja pero yo ya no viví feliz nunca más.



En esta página vienen algunas actividades relacionadas con el cuento.




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