MOVIMIENTO COOPERATIVO DE ESCUELA POPULAR

M.C.E.P-CLM
(MOVIMIENTO COOPERATIVO DE ESCUELA POPULAR
DE CASTILLA-LA MANCHA)

"Si se hacen cosas reales, también son reales sus consecuencias"

Loris Malaguzzi



jueves, 10 de enero de 2013

Historia Oculta De Los Tres Cerditos (VERSION DEL LOBO)

Historia Oculta De Los Tres Cerditos (VERSION DEL LOBO)

Me llamo Sean O’Connor. Soy un lobo irlandés. Os escribo de la prisión de Soto del Real, en Madrid, casi habiendo cumplido la totalidad de la pena que se me fue impuesta, injustamente, acusado de intento de asesinato de tres lechoncitos. Y digo injustamente porque, por alguna extraña razón, nadie quiso nunca creer mi versión de los hechos


Había comprado un gran terreno con todos mis ahorros y por, fin, vivía como siempre había soñado. Aquel verano, tres cerditos construyeron sus pequeñas casas dentro de mis terrenos. No me importó, pues sabia que tendría a quien acudir cuando necesitara compañía.


Esa tarde, el cielo se oscureció amenazando tormenta. Decidí volver a casa, cuando observe que un violento tornado se acercaba peligrosamente hacia las casas de los tres cerditos. Corrí desesperadamente hacia la primera, que era de paja. Antes de poder auxiliarlo, la casa se vino abajo y el cerdito corrió a la casa de su hermano.


Yo me dirigí raudo hacia esta para evitar que cayera, pero fue inútil, porque estaba levantada con ramas de árbol, y fue inevitablemente engullidla por el tornado. Los dos cerditos corrieron a casa del tercer hermano para refugiarse. Para entonces, era yo el que huía del tornado.


Llamé desesperadamente a la puerta, porque esta casa estaba construida con ladrillos y aguantaría perfectamente el vendaval. No me abrieron. Pensé que no me habían oído, así es que intente entrar por la chimenea. Me tire por ella y caí en un caldero con agua hirviendo que, supongo habrían olvidado sobre el fuego. Cuando el tornado paso, desperté ya en el hospital penitenciario. Me comunicaron que los cerditos habían puesto una denuncia por derribar sus casas e intentar comérmelos. En el juicio, todos creyeron a los cerditos. Creo que su aspecto tierno y rosado ayudo mucho.


Cuando yo dije que recogía verduras para comer, el jurado se rio, y oí comentarios sobre mis enormes colmillos y sobre la imposibilidad de que un lobo pudiera ser vegetariano, así como sobre mi aspecto peludo y oscuro y mis extrañas ropas. Pero digo yo: ¿Como es posible que alguien pueda creer que soplando pudiera derribar dos de sus casas e intentarlo con la tercera? ¿Por que todos pensaron que un lobo peludo no podía ser propietario de los terrenos? Lo único que yo quería era vivir tranquilo en mis tierras, cultivar mis hortalizas, recoger bayas silvestres y mantener limpio y cuidado el bosque. Ahora estoy enfermo y encerrado. Cuando acabe la condena, creo que volveré a Irlanda con las manos vacías y sin ninguna ilusión.

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